Queda poco (el 26 de abril de 2018 la tendremos disponible) para que llegue la nueva versión LTS de la distribución más usada a nivel personal.
Con sus defensores y sus detractores, lo cierto es que Ubuntu es, a día de hoy, la distribución Linux preferida para una gran parte de los usuarios de GNU/Linux.
Su buen nivel de compatibilidad con hardware, tanto nuevo como ya asentado, y la sencillez de instalación siempre han sido bazas importantes.
Ahora, y tras el abandono de su escritorio Unity, llega la primera versión LTS que incorpora Gnome como entorno de escritorio.
Previamente ya hemos tenido Ubuntu 17.10 que, sin ser una versión LTS, abandonaba Unity en favor de Gnome.
Con unos primeros momentos de inestabilidad, lo cierto es que Ubuntu 17.10 ya funciona perfectamente y ha servido para aceercarnos a lo que debería ser Ubuntu 18.04.
Se espera que la nueva versión asiente definitivamente Gnome en Ubuntu y esperamos ver los cambios que Canonical haya realizado, algunos de los cuales ya se van conociendo, como la no incorporación de Nautilus 3.28 tras el anuncio de que dicha versión no permitirá colocar archivos y carpetas en el escritorio.
Desde Canonical no se quiere prescindir de esta característica y por ello se ha optado, como solución más estable de entre las posibles, por incluir Nautilus 3.26
También se ha descartado Wayland como servidor de escritorio por defecto, en favor de X.Org. Wayland se incluirá pero no será el servidor por defecto.
¿Motivo? La estabilidad y compatibilidad que debe tener una versión LTS de Ubuntu.
Recordemos que Wayland se ha incorporado por primera vez en Ubuntu 17.10 y según parece todavía tiene camino por recorrer con vistas a convertirse en el servidor gráfico estándar en Ubuntu (al menos, en las versiones LTS de la distribución).
Con Ubuntu Linux 18.04 llegarán también el resto de sabores (Mate, Kubuntu, … pero no Ubuntu Gnome, cuyo desarrollo cesó cuando Canonical abandonó Unity y adoptó Gnome como escritorio oficial).